Una de las constumbres en los años 50-60 del siglo pasado, era dar un aguinaldo, (obsequio o propina que se da por Navidad), al guardia que durante todo el año te encotrabas en la esquina, se le regalaba botellas de vino, turrón, polvorones e incluso algún que otro animalito para festejar las Pacuas. ¿Es que antes éramos más generosos?. O quizás teniamos miedo y le haciamos la pelota. Hoy día el aguinaldo va incluido en los impuestos y como no hay guardia urbano no vamos a darle el aguinaldo al semáforo.
El Sereno, el Cartero, el Basurero, llamaba a la puerta y con voz muy amable te decía: " Les desea unas felices fiestas y te entregaba una tarjetita llena de colorido y en su parte trasera se podía leer unas rimas acerca del trabajo que desempeñaba en el vecindario; nosotros agradecidos les dabamos unas pesetillas.
La paga extraordinaria de Navidad nació en concepto de aguinaldo que daba el patrón a sus trabajadores. Otra forma de aguinaldo, de larga tradición, que goza aún de amplia vigencia, es el del obsequio en especie, con productos navideños (turrones, cava, etc.).
Pero sin duda la más popular es la que practican en muchos lugares los niños, yendo en grupo por las casas: cantan villancicos y canciones alusivas al aguinaldo, y reciben una pequeña donación en monedas o en dulces. Esta costumbre contribuye a dar color a la Navidad tanto para los mayores (porque no es onerosa), como para los pequeños.
Algunos de los sortilegios mágicos que según cuentan dan "Buena suerte" si se realizan en la última noche del año.
Nadie sabe a ciencia cierta cual es el origen de las doce uvas y desde cuando se decidió que atraen la buena suerte. Hay teorías que echan la culpa de esta tradición a unos viticultores alicantinos a los que allá por 1909 les sobraba la cosecha de uva con el fin de colocar un excedente de cosecha.
La tradición de las 12 uvas: en el sitio que ocupa cada comensal se coloca previamente un pequeño frutero con 12 uvas y, de acuerdo con el ritual, se debe comer una uva por cada una de las 12 campanadas del reloj. Idealmente seis verdes y seis moradas. De esta forma, los anhelos y aspiraciones se hacen realidad... por lo menos eso dicen.
Brindar con champaña da buena suerte y no es para menos si se piensa que sus orígenes está en evitar la muerte por envenenamiento.
El color de la ropa es algo muy importante en la noche vieja. La tradición dice que hay que recibir el Año Nuevo con una prenda interior roja.
El rojo atrae la suerte y es un color imprescindible para asegurarse que todo va a ir bien en el nuevo año. Un cordón rojo en la muñeca izquierda, un envoltorio rojo o un lazo rojo para adornar las uvas.
También se puede averiguar como será el nuevo año tirando al alto un zapato en la mañana del día de Año Nuevo. Si cae boca arriba significa buena suerte, de costado regular y boca abajo mala suerte.
Otro ritual que se puede hacer también con un zapato es escribir tres deseos en un papel cada uno, meterlos en el zapato derecho y tenerlo bien guardado junto al pie en el cambio de año. Por lo menos uno de estos tres deseos se cumplirá.
Si lo que se quiere garantizar es que el año nuevo nos traerá dinero, los zapatos también son fundamentales. En ese caso hay que meter en el zapato derecho un billete y pasar con el toda la Noche Vieja.
Oro en la copa
Una manera de asegurarse la buena suerte que proporciona el brindar con champaña en fin de año es poner algo de oro, mejor un anillo, en la copa en el momento del brindis. No hay que sacar el oro de la copa hasta después de beber y de abrazar a los presentes en el momento de celebrar la llegada del año, de lo contrario el ritual no vale.
Si se coloca la alianza de boda en la copa de la pareja la duración y estabilidad del matrimonio está garantizada por un año. También sirve esta fórmula para asegurarse el amor de una persona, sólo hay que colocar un anillo en su copa en el momento del brindis y dejar que beba, ya no podrá resistirse.
Si lo que de verdad os gusta es viajar y no lo tenéis fácil, la mejor manera de asegurarse que el 2010 será un año movido es buscar un momento después de las uvas y antes de que empiece la fiesta, coger maletas -no importa vacías- y dar con ellas varias vueltas a la manzana de tu casa.
¡¡ FELIZ AÑO 2.010 !!
Es mejor no tirar el zapato.
ResponderEliminarHola, Koky. Gracias a tu referencia en el "Bloc" de Juan Escolano, he encontrado este tuyo.
ResponderEliminarYo recuerdo a los guardias con regalos a sus pies, y también compré hace un par de años una tarjetita antigua que usaban los serenos o vigilantes nocturnos para pedir el alguinaldo en las casas de su distrito.
Gracias por recordarnos estas cosas, Koky.